Mira de lo que no te das cuenta

12 de junio de 2007

Cegado por la insolencia ya ni siquiera te detienes a contemplar, las miradas inquietas reflejo de una soledad que pide a gritos permiso para soñar me dices que es común ver las sombras, máscaras inherentes de la verdad y darte la media vuelta para comenzar a hablar,como es posible que te ciege tanto la deformidad de los actos que crees reales, cuando son solo engaños en un rostro cubierto de delicada belleza, y es lo que te quieren hacer pensar





Hablas de virtudes verdades, impuestas de una sociedad mercantil, enferma de prottipos, rostros estilizados y maquillados, de falsa, fatua bondad, en inquieta busqueda de recuerdos errantes, olvidas la delicada caricia que existe en el sutil descanzo de tu mejilla sobre el suave reboso aunado a un palpitante sollozo de amor.

Tratas con furor de encontrar el impulso en hipocresía de los que te denominan virtuoso o sabio sin detenerte ha observar, que es mas sosten en momentos cruciales la mano que te sostiene en la adversidad, de la persona que con esmero y arduo trabajo sujetara sin desmayo tu frágil cuerpo librandote de la irrealidad.

Me confiesas que enfocarte en las miradas es la letanía de la bondad, "que falsedades más añiñadas, son las que nos dejan vivir sin paz", qué no te das cuanta me pregunto al escucharte hablar, que es el reflejo del alma lo que tú ya no puedes observar.