Y con un sobresalto me vuelvo a despertar es entonces cuando comprendo que otra noche me espera ya para escribir los pensamientos ilógicos de mi inconciencia, que se dejan llevar por una pluma descrita en una sábana blanca de planos llenos de garabatos que formulan la forma de la inspiración.
Y el verdadero yo despirta, ya no razona, ni piensa, entonces comienza la sublime idea de un cuento mágico o un verso, universo de amor verdadero, y es entonces cuando por más que trato de dejar al cuerpo descansar hay algo que me despierta, cansada, sin nada que beber, siento correr las ansias en papel, y me convierto en diversos personajes a le vez, hay noches que soy la princesa encantada y él (quién?) mi principe azul, casi siempre acaba desolada la protagonista de un amor que conozco más a fondo y sueño de vez en cuando, hay noche que llego a la edad media y el tiempo es tan insierto que termino en inglaterra junto a Shakespeare viendo morir a Romeo y Julieta, a la vez, de pronto el Marquez de sade vuelve en mi mente con mi otra Julieta y le toma el brazo... Los personajes de mis novelas encantadas, vuelan, se mezclan, se le suman a ellos mis personajes inventados, y las hojas se vuelven insufisientes, las teclas mi peor enemgo y mi pluma el mayor gozo de la ralidad inventada en mi sueño, que se vuelve realidad.
Escribo, sueño, escribo, imagino, escribo y de pronto me vuelvo hacía la ventana, veo el reloj de el verdadero tiempo, doy un respiro y vuelvo en mi, los personajes corren para introducirse a las páginas de la noche, comienza el amanecer de un amor que no es explicado...
tres, cuatro, cinco de la mañana me perdi en un mundo insolito pero que sé que me pertenece y es cuando termino, no se siente un vacío, sino un algo inexplicable y por más que quisiera seguir escribiendo es cuando me doy cuenta que no es posible, que hay realidades adversas y que debo seguir despierta, pero no estoy cansada, ni mucho menos entristecida... habrá alguién que pueda comprender y comparta este sentimiento, este no sé que, que me da vida, sueños, historias, versos.
Paso mis manos por mi rostro, pues se que mi cuerpo al contrario de mi alma esta cansado, me alisto para mi primera clase que ya extraño y anhelo porque se que se acerca el fin de semestre, y en un estado inexplicable llegó, a la cafeteria o tienda donde me sirvo un café y comienzo un nuevo mundo donde se van formando personajes ineditos que aguardan el anochecer para poder fugarse de mi conciente y asi vivir en las páginas más cercanas de mi insomnio que se empieza a convertir en un amigo aliado a mi yo...
11 de junio de 2007
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